Arquitectura de las salas de cine y sonido Surround

Sala de cine de Piccadilly, en Perth (Australia). Fuente: Rob Chandler.

Con la llegada del cine sonoro a finales de la década de 1920, un problema arquitectónico importante a solucionar tenía que ver con el acondicionamiento acústico de las salas. Éstas eran demasiado reverberantes como para hacer posible una buena comprensión de los diálogos de los actores. Habían sido diseñadas para potenciar el sonido de las grandes orquestas que acompañaban a los filmes en el cine mudo, que se beneficiaban de los tiempos largos de reverberación de los recintos. Los problemas de reverberación de las salas, sin embargo, se solucionaron relativamente pronto, con el empleo de materiales absorbentes en las paredes, techo y suelo, que eliminaban casi por completo las reflexiones del sonido.

Las "cuatro falacias y media" sobre el sonido fílmico según Rick Altman

Un buen punto de partida para analizar el estado general y el devenir histórico del sonido en los estudios teóricos sobre cine es el artículo de Rick Altman "Four and a Half Film Fallacies", publicado en 1992 a modo de introducción a uno de los apartados de Sound Theory Sound Practice. En él, Altman aborda lo que llama las "cuatro falacias y media" sobre el sonido en el cine, esto es, una serie de asunciones sobre el papel de la banda sonora en relación con la imagen fílmica que, desde el inicio del cine sonoro hasta nuestros días, se han tomado como dogmas incuestionables por cierta parte de la crítica cinematográfica, afectando negativamente a la percepción y consideración del sonido. Cada una desde su propia perspectiva, estas cuatro falacias (histórica, ontológica, reproductiva, y nominalista) han servido, según Altman, como argumentos para justificar y naturalizar la menor atención académica prestada al sonido en relación a la imagen.

Jonathan Sterne y el nacimiento de la cultura sonora


La falta de atención hacia el sonido como objeto de estudio en comparación con la imagen no es ni mucho menos un problema exclusivo del campo de la crítica y el discurso académico sobre cine, sino que puede ampliarse a todo el terreno de las ciencias sociales. Sus orígenes tampoco son en ningún caso nuevos, pues extienden sus raíces varios siglos atrás.

Desde el ámbito de los estudios culturales, Jonathan Sterne ofrece en su obra The Audible Past. Cultural Origins of Sound Reproduction algunas de las claves para comprender por qué motivo, hasta bien entrada la modernidad, el sonido no se había concebido como una entidad de análisis diferenciada. Hasta ese momento, en palabras de Sterne (2003: 3), "si bien se considera al sonido como un problema intelectual unificado en algunos campos de la ciencia y la ingeniería, está menos desarrollado como un problema integrado en las disciplinas sociales y culturales".

Bibliografía sobre historia, tecnología y estética del sonido cinematográfico


Esta es la relación completa de los libros y artículos, en castellano e inglés, que utilicé en la elaboración de mi trabajo de investigación titulado "El sonido en el cine. Aproximación al análisis integrado de la banda sonora cinematográfica", con el que obtuve el Diploma de Estudios Avanzados (DEA) del Doctorado.

La incluyo sin editar, tal y como aparece en el trabajo, a excepción de algunos añadidos de obras que he ido incorporando durante los últimos meses. Mi idea en un principio era quitar las entradas que se refieren a capítulos o secciones de libros también citados, pero he pensado que, para quien esté interesado en investigar sobre la materia, tener los títulos de capítulos concretos puede serle de utilidad, especialmente en los casos de obras firmadas por múltiples autores, en los que cada uno aborda problemáticas diferentes.

Sonido, cine y más allá

SOUNDSTHETICS es un espacio en el que me propongo reflexionar sobre el valor creativo y estético que aporta la banda de sonido dentro del medio fílmico, en particular, y audiovisual, en general. Una banda sonora que consideraremos no en la acepción tradicional, ciertamente reduccionista, de "música-que-acompaña-al-filme", sino en un sentido más amplio e integrador, esto es, como la amalgama ordenada de todos los elementos aurales de un filme: voces, músicas y efectos de sonido. La banda sonora entendida como una entidad coherente que, en casos de excelencia,  logra una fusión íntima con la imagen para componer un conjunto inseparable.

En estas raras ocasiones, el sonido verdaderamente ayuda al realizador cinematográfico  a contar su historia, y el filme se erige en un auténtico placer para la vista y el oído. Quizá uno de los mejores ejemplos de esto, citado ya en tantas ocasiones y por tantos autores distintos (Chion, Thom, Murch, Labrada, etc.) que ha acabado por convertirse en un lugar común indispensable, sea la secuencia inicial de Hasta que llegó su hora ('C'era una volta il west', Sergio Leone, 1968):